domingo, 26 de junio de 2011

La amiga falsa

Todos conocemos a la típica chica que se hace amiga nuestra (incluso puedes llegar a considerarla tu mejor amiga), con la que pasas tardes enteras de tontifotos y de tiendas y noches sin fin de cotilleos y secretos.
Pero un día te da por lavarte los oídos bien y te das cuenta de que pone voz de niña buena de peli porno, y ahí comienza el declive. Al día siguiente pruebas a lavarte los ojos con primor y... ¡cáspita!, ves a una chica menor de edad, fea (pero se cree divina), con estampado floral de estrías por cada costado, celulitis de caballo de carreras caído en desgracia, total look cuya esencia reside en combinar shorts con medias de putilla rejilla, vestida en las ocasiones especiales de seda color papomona de los años 40. Y piensas: "¿Cómo podía yo querer vestir como ella?"
Pero lo físico, lo que se ve, no es importante. Sería ser superficial. Y la amistad se basa en algo más profundo.
Con lo que decides hacer borrón y cuenta nueva y simplemente seguir con tu amiga por lo que os une, lo que tenéis en común, lo intelectual, lo sensible.
Y un buen día entras en su perfil de red social y te pones a ver sus fotos nuevas. Llevas tiempo sin saber de ella y tienes curiosidad. P-pero... ¡si a ese chico lo ponía verde! Me decía que no le soportaba, que era un imbécil, un creído... ¿Se están dando... dando un abrazo? [Next picture] ¿¡Un beso?! [Next picture] Vaya... ha quedado otra vez con la subnormal esa que no soporta pero con la que se sigue viendo... No sé cómo la aguanta... ¿¡Eso es Chueca?! [Next picture] Vaya, vaya, vaya... con que ahora fumas, ¿eh? [Next picture] ¡Pero qué intelectual que soy, madre mía, que fumo en cachimba con gafapasta! [Next picture] Uhm... una foto de una converse con un trébol en blanco y negro y letras de canciones...
En definitiva: aquella chica que se cree mayor, guapa, moderna, culta (cuidado, que escucha grupos antiguos e indie y se cree con una gran cultura musical), con dominio de Photoshop (es fan de convertir a blanco y negro todo, así los granos e impurezas de la piel se disimulan -tip!-), con obsesión por los iconos londinenses como el Underground y la Torre sobre el Támesis (ha ido 5 veces seguidas a Londres para restregarnos la pasta que tienen sus padres).
Aunque su madre no se queda atrás: ¿cómo te sentirías tú si la madre de tu mejor amiga te vigilase cuando estáis en el vestuario para controlar si miras a su hija? Con esto lo digo todo.
¿Dónde han quedado las tardes lluviosas en la Gran Vía, las fotos vintage, las semanas enteras hablando de los tíos que hemos conocido juntas y que nos tiene locas la idea de que nos sacan más de 12 años, las clases de yoga riéndonos cuando perdemos el equilibrio...?
Hace meses que ni te veo en las escaleras del edificio, te cortaste el pelo y cambiaste de vida. Echo de menos esas tardes quemando la cámara digital y nuestra lengua con el café de Starbucks. Pero ya no tenemos nada en común. Eres más mayor que antes pero nuestras mentes están a años luz.