1. La Maruja de barrio

En toda comunidad de vecinos encontramos más de un ejemplar de Marujus Cotillensis. La principal función de este especimen es la observación de las demás especies. Su ciclo vital consiste en procrear como conejos hasta que "se queda seca por dentro" (refrán popular de esta individua), que es cuando su marido y ella se muestran asco mutuo. Esto conlleva a hacer una reforma en su guarida con el fin de partir en dos la cama de matrimonio con su vara de pueblo, hasta conseguir dos camas individuales. Aquí comienza la fase de frigidez y amargura, que bien sabrá aliviar mediante el cotilleo.

Esta hembra de pellejos colgantes viste encajes y telas que pican para sentir algo ya que su marido no la toca. Un elemento básico en su look es el cordón de las gafas, además estas son de color miel costrosa, muy de moda ahora, a juego con la vajilla que promocionaba el Caudillo.

Se encuentra al acecho tras la mirilla, como la negra de The Walking Dead. Observa todos tus movimientos y se sabe tu ciclo menstrual mejor que tú. En ocasiones se la ha descubierto hurgando en las bolsas de basura que tiramos. Es la perfecta comentarista tanto de pasarela como de polvos. Se considera ultrahetero pero si llevas escote, te lo mirará. Dependiendo de tu edad y de los huevos que tengas, se atreverá o no a tocarte el trasero y a tirar de tus mofletes (pretende que se te caiga la piel más rápido y no sentirse sola en el mundo de la sempiterna arruga).

Pero la razón por la que las marujas de barrio han de desaparecer de este planeta estriba en su FALSEDAD. Te insultan, te desprecian, te miran con asco. Joden tus relaciones. Ponen en tu contra a TODA la calle. Pero luego... "Oyoyoyoy pero qué guapa te has puesto! y qué mayor! si es ya toda una señorita! y lo gordita que estaba de pequeña..! si es que ya no quedan chicas tan educadas como tú!".

MUERTE A LAS MARUJAS DE BARRIO!